¿Es el mindfulness la nueva cura para el estrés?

¿Estás buscando nuevas formas de lograr tranquilidad y equilibrio personal? 

Como seres humanos vivimos en una constante búsqueda de mejoramiento en varios aspectos. Para muchos, vivir saludablemente en todos los niveles se vuelve un reto que requiere nuevas elecciones y hábitos constantes.

Hoy la ciencia habla del Mindfulness, como la capacidad universal y básica que consiste en la posibilidad de estar consciente de las sensaciones del cuerpo, los contenidos de la mente, los sentimientos y las circunstancias externas del momento presente.

Conocida como atención plena, es una manera de conectarte con un espacio de tranquilidad y serenidad que siempre está en ti, aunque usualmente estás desconectado de ese espacio. 

El Mindfulness va dirigido a cualquier persona que tenga como objetivo tener una mente más sana, menos agitada y equilibrada. El ritmo de vida actual no nos da un respiro y es habitual la sensación de haber hecho muchas cosas, pero de no haberles prestado ni el tiempo ni la atención que merecen a las que realmente importan: nuestros proyectos personales, los hijos, la pareja, los amigos, nuestro cuidado personal. 

Su práctica aporta las herramientas para conectar con lo que es realmente importante para cada uno y encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente, que solemos perder a causa del estrés. Para hacerlo, esta técnica nos permite estar  en plena consciencia a través de ejercicios de focalización de la atención, con movimientos conscientes, habitualmente usados en el yoga y la meditación.

¿Qué beneficios aporta su práctica en el ámbito laboral? 

La ciencia ha evidenciado que el Mindfulness es beneficioso en 3 ámbitos: el bienestar personal, la eficacia y las relaciones personales. Según diversos estudios, su práctica reduce los síntomas relacionados con el estrés hasta un 41%, siendo especialmente efectivo en casos de ansiedad (-59%), depresión (-56%) y hostilidad (-56%). 

En los últimos años, la meditación se ha popularizado en el mundo de los negocios y son muchos los empresarios que reportan que el principal enemigo de su desempeño no es la falta de conocimientos, sino la gran dificultad que tienen para mantenerse enfocados y creativos todo el día, todos los días. 

La meditación es la nueva cafeína, la gasolina que desbloquea los procesos productivos y dispara la creatividad. Atrás quedó el sello místico y espiritual de oriente, allí se habla de neuroplasticidad y entrenamientos cerebrales. 

¿Qué es lo que puedes ganar con la práctica del Mindfulness?

  • Mejorar tu atención
  • Reducir tu estrés y ansiedad
  • Mejorar tu sistema inmunológico
  • Lograr mayor resiliencia y regulación emocional
  • Desarrollar mayor creatividad
  • Reducir el cortisol (hormona asociada al estrés)

Las 2 creencias erróneas del Mindfulness

Una de las más frecuentes es creer que consiste en poner la mente en blanco.   Cuando alguien con esta creencia practica Mindfulness correctamente por primera vez, se lleva una gran impresión. 

La segunda idea equivocada más frecuente es pensar que Mindfulness es una filosofía hedonista que consiste solamente en vivir en “el aquí y el ahora”. Aunque el Mindfulness nos ayuda a centrarnos en el presente su objetivo es mucho más profundo que una visión tan simplista.

El Mindfulness y las distracciones

Quizás no nos demos cuenta, pero en general, nuestra atención es muy pobre y deficiente a lo largo del día y no tenemos mucho control sobre ella porque experimentamos constantes distracciones a cada momento. Practicar Mindfulness consiste en darnos cuenta de esas distracciones y mantener nuestra atención en el momento presente de forma intencional.

Para lograr esto utilizamos un objeto en el cual enfocar nuestra atención, como, por ejemplo, la propia respiración. Aunque esto puede parecer sencillo o superficial, en realidad, la capacidad de mantener nuestra atención en la respiración durante diez, cinco o incluso un minuto no es fácil y requiere de mucha práctica.

Para practicar Mindfulness necesitamos usar diferentes procesos cognitivos, como por ejemplo: atención, lenguaje, memoria, autorregulación emocional, metacognición (la capacidad de auto observación mental), entre otros.

¿Te animas a probarlo?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio