¿Qué tan importante es para un colaborador recibir una retroalimentación efectiva de parte del líder de la organización?
Es vital porque contribuye a mejorar su desempeño, abriéndole posibilidades de crecimiento y alineación organizacional, lo que contribuye al logro de los objetivos del equipo.
Cuando un líder observa que los comportamientos de sus colaboradores no son los esperados, debe recurrir a una valiosa herramienta, que aunque parezca sencilla de aplicar, se debe seguir algunas pautas para que tenga el alcance y los resultados esperados; estamos hablando de la retroalimentación o feedback. En este artículo analizaremos su definición, aplicación, fines y enfoque, en el siguiente profundizaremos en dichos enfoques y detallaremos lo que se debe considerar para lograr su efectividad.
¿Qué es el feedback y cuándo se debe aplicar?
Es un término anglosajón, introducido en las relaciones vivenciales para definir un proceso muy importante en la vida del grupo. Se traduce como “retroalimentación”, “observación interpretativa” o “mecanismo de revisión”. Aplicado a las relaciones interpersonales, se vuelve una forma de ayudar a otra persona o al grupo, considerando la posibilidad de cambio en la conducta. Consiste en la información verbal o no verbal, dirigida a otra persona o al grupo, volviéndolo consciente de cómo nos está afectando su conducta.
Puede ser aplicado cuando se crea pertinente tanto en las acciones positivas o acertadas como en las negativas o erróneas.
¿Qué buscamos al dar un feedback y cuál es su enfoque?
Al darlo buscamos realizar un pedido; si nos enfocamos en las acciones acertadas lo que buscamos es que las personas o el grupo sigan manteniendo esas acciones y que se enfoquen aún más en ellas ya que consideramos que estas los están llevando a obtener los resultados esperados.
Cuando el feedback está motivado por una insatisfacción, por lo general busca estas 3 opciones:
- Que la persona deje de hacer algo que consideramos erróneo.
- Que la persona haga algo que no está haciendo.
- Que la persona haga algo que ya está haciendo pero de manera diferente.
Al realizar un feedback podemos enfocarnos en 3 aspectos:
- Comportamiento: Hacemos referencia a la manera en cómo la persona se comporta, basándonos en las acciones y generando la oportunidad de que esta pueda buscar acciones alternas para conseguir el resultado esperado.
- Actitud: Hablamos o nos centramos en las actitudes o comportamientos más frecuentes de la persona, podemos hacer referencia a estados de ánimo que no lo están conduciendo a cumplir con sus metas.
- Identidad: Hablamos de juicios basados en el SER de la persona.
Pero ¿cuál de estas 3 opciones es la más adecuada? para diferenciarlas de mejor manera, en el próximo artículo lo explicaremos con un ejemplo, de esta forma lo comprenderás desde una perspectiva más amplia.
El feedback es una herramienta poderosa dentro de la gestión de un líder y precisamente por ello requiere de consciencia y tino en su manejo, ya que al hacerlo de manera inapropiada, podría resultar sumamente perjudicial no solo a nivel laboral sino humano, porque un líder influye profundamente en la vida de su gente.
Cuando aprendemos algo nuevo cambiamos nuestro mundo y cuando lo cambiamos estamos listos para nuevos aprendizajes. Te invitamos a aplicar esta información tanto en los negocios como en tu vida personal.
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