Estoy seguro que a ti también te ha pasado que vas a iniciar una tarea y sientes una profunda resistencia para tomar acción, te distraes fácilmente y vienen a tu mente otras cosas que podrías hacer, es como si una fuerza interna se está oponiendo a la voluntad que tienes de iniciar dicha actividad.
Esta situación es algo muy normal que le pasa a todo mundo, ya que nuestra mente está diseñada para ahorrar energía con el fin de sobrevivir
y para cumplir con la ley del mínimo esfuerzo. Debido a esto,
nuestro cerebro va a intentar evitar cualquier actividad que interprete que va a consumir mucha energía.
Esta es una de las razones por lo que procrastinamos, o sea dejamos todo a última hora para hacerlo al apuro y no necesariamente de la forma más adecuada.
La táctica que te voy a compartir a continuación está diseñada para poder disminuir esa resistencia, tomando en cuenta la naturaleza de las tareas que nosotros podemos realizar.
Existen cuatro naturalezas de una tarea:
- Creativa: Son tareas que requieren que estemos conectados con nuestro pensamiento lateral, que dejemos fluir las ideas con el fin de poder encontrar nuevas propuestas o perspectivas con base a lo que estamos realizando. Un ejemplo es escribir un artículo, crear una campaña de publicidad, generar nuevas estrategias o motivar a un equipo.
- Analítica: Son labores que requieren de una alta concentración para poder analizar, comprender, reflexionar, tomar decisiones con base a información. Un ejemplo sería hacer una proyección financiera, investigar sobre un tema, revisar los indicadores de gestión o analizar la base de datos.
- Sensible: Son actividades que se relacionan a una conexión, ya sea contigo mismo o con otra persona, requieren de un estado de calma, apertura y empatía.. Un ejemplo es al querer generar confianza en nueva relación de networking, dar un feedback o realizar un proceso de negociación.
- Operativas: Son tareas que no requieren de análisis o reflexión, simplemente deben ser realizadas de una forma automática y determinada. Un ejemplo es el seguimiento comercial, realizar la contabilidad o responder mensajes de Redes sociales.
Cada una de estas cuatro naturalezas requieren que tú te encuentres en un estado emocional determinado, que sea coherente con la necesidad de la tarea que buscas realizar. Cuando no nos encontramos en el estado adecuado, o sea que la naturaleza de la tarea es diferente a la frecuencia en la que te encuentras, realizar la tarea va a requerir de mucho más enfoque, determinación, energía, esfuerzo y por ende va tomar mucho más tiempo realizarla.
“No puedes pensar más allá de cómo te sientes”
Puedes utilizar diferentes técnicas que te permitan gestionar tu estado emocional, sigue estos pasos:
- Identifica cuál es la naturaleza de la tarea.
- Reconoce cuál es tu estado emocional y plantéate si este es el más adecuado para poder realizar dicha actividad de forma eficiente.
- Modifica tu estado de ánimo al más adecuado para esa actividad.
En varias ocasiones me pasa que debo escribir un artículo o grabar un video en horarios Pico en cuanto a la gestión de clientes y del equipo. La continua interacción con personas en estos horarios me lleva a tener una energía de estrés que me lleva a tomar acción de forma rápida, a responder y no necesariamente es el mejor estado emocional para poder realizar actividades creativas.
En este caso tengo dos opciones, la primera es esperar a que pase el horario pico y buscar un horario que me permita estar calmado y conectarme con mi creatividad o la otra es darme un tiempo de aproximadamente 30 minutos donde me desconecto de todo, hago ejercicio de respiración para poder bajar las revoluciones, pongo una música inspiradora y una vez que siento que estoy en mi estado Flow, inicio con la actividad.
No creo en las fórmulas mágicas, tengo la certeza que cada uno debe encontrar las tácticas y técnicas que le permitan llegar a su máximo desempeño.
Utiliza esta táctica y no solo serás más productivo, ganarás mayor bienestar también al hacerla.